"An investment in knowledge pays the
best interest." - Benjamin Franklin
Después de esta semana
de reflexión y descanso que mejor que seguir instruyéndonos un poco acerca de
los mercados.
Supongamos entonces
que tenemos 10,000.00 dólares y los queremos invertir en una acción. Tal como
se discutió en el pasado “posting”, supongamos también que ya hemos definido el
tiempo de nuestra inversión: Hemos determinado que éste capital lo invertiremos
por un período de 3 meses. (Recuerda este período varía dependiendo a las
preferencias personales de cada uno y del estilo del inversionista).
Ahora bien, antes de poder invertirlo nos
restan 2 preguntas muy importantes: ¿Cuánto estoy dispuesto a perder en esta
inversión? ¿Cuánto es mi aspiración de ganancia?
¿Cuánto estoy
dispuesto a perder?
Muchas veces el
inversionista promedio no considera esta pregunta, pues piensa que el invertir en una compañía
buena y sólida es sinónimo de que su dinero crecerá en un tiempo determinado.
Mejor dicho él invertirá y venderá cuando vea que su dinero ha tenido una
rentabilidad considerable. Así mismo, si su inversión decrece el inversionista
promedio acudirá al viejo dicho del mercado “Fallen Angels Will Go Back up,
Eventually”, que traduce algo así como: “Eventualmente, un Ángel caído volverá
a subir”, haciendo alusión a que toda acción que baja volverá a subir en algún
momento. Lamentablemente, éste es uno de los mitos más grandes del mercado y
constituye uno de los errores más comunes del inversionista principiante.
Otra común excusa que
se escucha para no tener una respuesta clara es la siguiente: “Está comprobado
que a largo plazo las acciones
siempre tendrán una mayor rentabilidad que otros instrumentos financieros”.
Un inversionista
educado tiene claro cuánto va arriesgar en determinada compra de acciones. Un
inversionista educado tiene reglas claras de salida en caso de que su inversión
no fluya hacia la dirección esperada.
En mi experiencia
personal, una de las mejores enseñanzas que he recibido acerca de este tema,
fue escuchando a William J. O’Neil, fundador del “Investors Business Daily
(IBD)” explicar una de sus reglas de oro para vender una posición abierta en el
mercado (se le llama a posición a la compra o venta de instrumentos financieros
que fluctúan con los movimientos del mercado): “Si el precio de la acción
decrece 8% del precio en que compraste, vende y acepta la pérdida”.
Entonces, ¿cómo se ve
lo anterior en la práctica?
Pacific Rubiales
Energy Corp. cerró ayer Martes 22 de abril en la BVC (Bolsa de valores de Colombia) a 37,800.00;
por motivos de comodidad para los lectores internacionales tomaremos como
referencia el precio de la acción de Pacific Rubiales que se transa en el TSE (Toronto
Stock Exchange) que cerró a CAD 21.63 (Dólares Canadienses), bajo su símbolo PRE.
Si decidimos pues comprar esta acción a 21.63, nuestra primera regla de preservación
de capital es que si el precio del título baja a CAD 19.89 debemos aceptar
nuestra pérdida y liquidar nuestra inversión. (Lo que traduce que si compraste
la acción a COP 37,800.00 deberás liquidarla a COP 34,776.00).
Existen innumerables
herramientas de análisis para disminuir la posibilidad que nuestra inversión no
sea exitosa, las cuales estaremos tratando con el tiempo, por ahora mi objetivo
era dar a conocer esta simple y sencilla regla que puede librarte de muchos
dolores de cabeza.