Continuando con esta serie de
entradas en las que intento ofrecer evidencia para cerrar un poco la amplia
desconexión entre las expectativas del inversionista común y lo que realmente
ofrecen los mercados financieros, quiero tocar hoy el tema de la selección
individual de acciones como estrategia de inversión. Es decir, el escoger unos cuantos títulos para conformar nuestro protafolio. Uno de los problemas
principales con los inversionistas promedios (del cual yo también fui presa) es
querer ser el próximo Gran Seleccionador de Títulos/Acciones (“Stock Picker”).
Cuando pensamos en el mercado de valores, poniendo como ejemplo el caso del
mercado americano, pensamos en los
grandes rendimientos que han tenido acciones como Apple (AAPL), Coca Cola (KO),
McDonalds (MCD), Walmart (WMT), Nike (NKE), Exxon Mobil Corporation (XOM), Alphabet
Inc (GOOGL), Disney (DIS), etc; pero no nos percatamos de la cantidad de compañías
que no pudieron llegar a ser estas grandes empresas y resultaron rezagados
perdiendo gran parte o todo su capital. (En el lenguaje financiero se le conoce
como “survivorship bias”).
En retrospectiva, es fácil identificar
estos grandes ganadores; y lamentablemente tendemos a pensar que poseemos la
habilidad para hacerlo correctamente en tiempo real. Historias de amigos,
conocidos, que todavía tienen títulos de acciones compradas a precios de hace
20 años corroboran nuestra incorrecta creencia. Inclusive, en nuestros inicios
como seleccionadores de acciones, la suerte muchas veces nos juega una mala
pasada, y nuestro primer título o serie de títulos se valorizan un 20% en menos
de un trimestre.
¿Quién dijo que las acciones
rentan en promedio 9% anual? (Ver mi post anterior)Yo acabo de lograr un 20% en
3 meses, seguro seré el próximo Warren Buffet.
Y es así como comenzamos a
alimentar estas expectativas desproporcionadas. Pero la triste realidad es que
una vez continuemos haciendo este ejercicio, una y otra vez, nos daremos cuenta
rápidamente que las probabilidades de ganar no las tenemos nosotros. Lo más
probable es que terminemos perdiendo gran parte de nuestro capital en el intento,
y la idea de este post es ver los datos que demuestran tal conclusión.
El profesor Hendrik Bessembinder
de la Universidad Estatal de Arizona, en su estudio al respecto titulado: “Do
Stocks Outperform Treasury bills?” (¿Las acciones superan el rendimiento de los
TBills? publicado el año pasado (Ver),
nos ofrece una idea de lo difícil que es esta estrategia *(Varios académicos y
profesionales del medio han investigado este mismo tema llegando a conclusiones
similares. Pero he decidido utilizar este estudio por la actualidad del periodo
de muestra seleccionado).
Antes de entrar a los resultados,
recordemos que los Tbills son los bonos del tesoro de los Estados Unidos a un
mes y se les conoce como la tasa de rendimiento sin riesgo. También recordemos,
que nuestro interés de invertir en acciones es tener rendimientos superiores a
los del activo de renta sin riesgo (Tbills).
Utilizando las acciones comunes
en la base de datos CRSP de Acciones Americanas (NYSE/Amex/Nasdaq) desde 1926
hasta 2016 el estudio ofrece conclusiones generales como:
- Mientras que el mercado americano de acciones (medido
con su índice de capitalización bursátil) ha superado claramente el desempeño
de los Tbills en el largo plazo, la mayoría de acciones individuales no lo ha
hecho.
- De las 26,000 acciones que han aparecido en la
base de datos menos de la mitad han generado retornos positivos. Es decir, que
la probabilidad de escoger correctamente una acción que te genere rendimientos
positivos es menor al 50%.
- El desempeño positivo del mercado en general se
debe a grandes rendimientos de unas cuantas acciones.
El autor, para dar un mayor
contexto al estudio, define la creación de riqueza como la acumulación de valor
en exceso del obtenido si el capital hubiese ganado intereses superiores a los
de los Tbills. Y tomando esta definición concluye:
- Las 25,300 compañías que han emitido acciones
desde 1926 son en conjunto responsables por $35 trillones de dólares a
Diciembre de 2016.
- Lo que es impresionante es que solo 5 firmas
(Exxon Mobile, Apple, Microsoft, General Electric e IBM) son responsables por
el 10%.
- Las mejores 90 compañías (que representan un
poco más de 1/3 del 1% de todas la compañías) son responsables de más de la
mitad de toda la riqueza creada.
- Y un poco más del 4% (las mejores 1,092)
representan TODA la riqueza creada. Es decir, que el 96% restante de todas las compañías
(24,288) en conjunto generaron rendimientos similares a los de los TBills.
El resumen de los primeros 20% en
riqueza acumulada se ve en el siguiente recuadro tomado del estudio original:
El autor termina concluyendo que
estos resultados reafirman la importancia de la diversificación en nuestros
portafolios, y adicional a los típicos beneficios explicados en los textos de
finanzas, tenemos como gran beneficio la posibilidad de que portafolios con
pobre diversificación pueden tener el riesgo de no incluir una o varias de
estas grandes compañías ganadoras. (De pronto sea esta una de las principales
razones para que los índices de capitalización de mercado se hayan vuelto la
norma en la industria).
Camilo Gómez