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Tuesday, July 4, 2017

Encontrando tu “Edge” Parte II: Riesgo

"Risk comes from not knowing what you're doing".
Warren Buffet

En el primer post de esta serie de encontrando tu Edge, expuse la de definición de tener una ventaja competitiva o “edge” (Ver link). Ahora bien, en la práctica no basta solo con encontrar una señal/estrategia que nos ofrezca una expectativa positiva para poder obtener rendimientos superiores; en realidad es un poco más complejo que esto. En la operación real, la señal/estrategia debe ir acompañada de dos componentes igualmente importantes que denominaremos Riesgo y Ejecución, y las tres deben vivir dentro de lo que denominaremos “Contexto de Mercado”.

Para seguir entonces con nuestra tarea de encontrar nuestro “edge” expandiré en el componente de Riesgo. 
Primero es importante aclarar que el término riesgo es muy relativo, pues lo que es riesgoso para un inversionista puede no ser riesgoso para otro, por ejemplo, si eres jubilado de Ecopetrol sería riesgoso el asignar un porcentaje importante de tu patrimonio en la acción de la compañía (por motivos de diversificación). Así mismo, en términos  financieros se puede decir que el retorno esperado de un activo está directamente relacionado con su riesgo, aunque si estudiamos un poco más a fondo el tema nos encontraremos con que dependiendo al modelo usado, la medición de este riesgo puede variar considerablemente (pensemos Capital Asset Pricing Model, Fama French Model, Production Base Model, etc). Por lo cual, quiero aclarar a que cuando hablo del componente de Riesgo en este contexto de ventaja competitiva en el mercado hago referencia a tres puntos principales:

  1. ¿Cuál ha sido la variación del retorno del activo (O mejor dicho la distribución de retornos) en el marco de tiempo en el que estoy operando mi señal/estrategia? 
  2. ¿Cuál es el impacto estimado que tiene el factor u factores de riesgo más conocidos en mi activo?
  3. ¿Cuánto capital debo invertir o asignar en cada operación de mi señal/estrategia?

El primer punto se podría decir que es bastante claro, pues hace referencia a la volatilidad del activo, y debería ser una consideración casi que automática de cualquier inversionista, sin embargo, en práctica me sorprende que tan común es escuchar el desconocimiento de tan importante indicador antes de invertir. 

Siguiendo el ejemplo de Ecopetrol y utilizando la ADR que cotiza en la bolsa de Nueva York bajo el “ticker” EC y suponiendo que nuestra estrategia es de mediano plazo (semanas a meses), podríamos utilizar entonces los retornos diarios del último año a Junio 30 de 2017 como guía para conocer la distribución de retornos y conocer la volatilidad esperada del activo.


Sin hacer un análisis exhaustivo (simetría, sesgo, etc) de la posible distribución, según el anterior histograma,  podría esperar variaciones diarias de 2% como un comportamiento normal en EC.

El segundo punto, a pesar de ser un concepto más técnico sigue dentro de lo que cualquier inversionista promedio debería considerar antes de comprometer capital en una operación. La idea proviene de lo que se conoce como modelos de múltiples factores (Multi-factor Models), y es simplemente, mediante el uso de un modelo lineal, el tratar de explicar la variación de nuestro activo con la variación de otros factores (Un factor puede ser los retornos de otro activo u otra variable en general, como tamaño de la compania, sector donde opera, riesgo país, etc) más conocidos. Por ejemplo, en su forma más simple estamos interesados en saber cuál es la variación estimada de nuestro activo respecto al mercado en general (Lo que se conoce como el Beta del activo).

Siguiendo nuestro ejemplo de EC, me parece más apropiado utilizar como factor principal el precio del crudo (Usaremos el precio del USO), y ver cuál es su  Beta estimado.

Corriendo el modelo de regresión lineal conocido como mínimos cuadrados ordinarios (OLS por sus siglas en inglés), obtenemos un Beta de 0.7174 y el siguiente gráfico. (Para quienes estén interesados, los cálculos los realicé utilizando la plataforma de Quantopian que utiliza Python como lenguaje de programación. Me pueden escribir para el código).

Lo anterior significa que nuestra inversión en EC tiene como estimado  estar sujeta a un 72% a la variación del precio del crudo. Entonces la próxima vez que una persona te diga que comprar determinada acción te ofrece un posible rendimiento de X%, pregúntate cual es el beta con el mercado, u otro riesgo conocido, a lo mejor te sale más económico buscar esa exposición con un ETF.

Finalmente, el tercer punto hace énfasis a cuánto dinero debemos arriesgar por operación dependiendo a nuestro capital y a los indicadores de rendimiento de nuestra estrategia. Este concepto proviene de lo que se conoce como “Kelly criterion” o Kelly Fórmula. Este concepto si es un poco más avanzado, sin embargo, me parece apropiado mencionarlo pues es necesario incorporarlo para determinar nuestro nivel óptimo de asignación de capital (Es muy difícil lograr rendimientos superiores si arriesgamos muy poco, o  en el caso contrario podríamos caer en bancarrota si arriesgamos mucho). Para quienes estén interesados en saber más del tema de apuestas óptimas, pueden escuchar la entrevista de Aaron Fifield (Chat With Traders, episodio 129) a Victor Haghani (Ex miembro de Long Term Capital Management) (Link ).

Para resumir, es entonces de suma importancia tener claro el riesgo asociado a determinada señal o estrategia, pues de nada sirve tener la mejor estrategia si nuestro riesgo no es conocido, medido y controlado.

Camilo Andrés Gómez.

Wednesday, June 14, 2017

Encontrando tu “Edge” Parte I

“We must become more comfortable with probability and uncertainty” Nate Silver.

En mi última entrada expuse la importancia de entender la aleatoriedad del Mercado, concluyendo que el verdadero trabajo de un “trader” es el de buscar rendimientos superiores mediante la explotación de pequeñas ventajas competitivas o “Edges”. (Ver Link).  Sin embargo, para la mayoría de quienes perseguimos estos rendimientos, el concepto de un “Edge” parece no ser claro. Nuestro primer instinto es operar usando herramientas de análisis técnico o análisis fundamental que tomamos de un libro, un curso, o que simplemente copiamos de otro operador, sin detenernos a pensar si estamos operando con una ventaja competitiva. En muchas ocasiones, entramos y salimos de posiciones sin definir criterios específicos, haciendo aún más aleatorios nuestros resultados. Por ejemplo, en mi primer año de operaciones perseguía patrones técnicos (Ver Figura 1) que supuestamente me daban ese “edge”, lamentablemente para mí, no fue esto lo que reflejaron los resultados de mis operaciones en aquella época, lo único constante en mis resultados fue la frustración que generaban.

Es por esto que me pareció importante hacer una serie de posts orientados al descubrimiento de ese “edge” en el mercado.  Para empezar a encaminarnos en nuestra tarea, es necesario tener una definición clara de lo que significa un “edge”.

¿Qué es una ventaja competitiva o “Edge” en los mercados?

Una ventaja competitiva en los mercados es simplemente la ejecución constante de una estrategia (con criterios previamente definidos) que en el largo plazo pueda generar un valor esperado positivo superior al que podríamos generar de forma aleatoria en los mercados. 

Como ven, la definición tiene tres componentes resaltados:

En el largo plazo: Sí; los resultados de nuestra ventaja competitiva son medidos en el largo plazo. Los resultados de corto plazo son insignificantes. Si alguna vez hablas con un operador que se jacta de sus rendimientos astronómicos del último mes, que coincidencialmente son operando el instrumento de moda (pensemos $Bitcoin por estos tiempos), mejor empieza a dudar de su verdadera habilidad para lograr rendimientos superiores de forma constante. Este edge es posible gracias a un concepto estadístico conocido como la ley de los grandes números (Mas de esto en una entrada futura).

Valor Esperado: El valor esperado (también llamado esperanza matemática, esperanza, media poblacional o media) de una variable aleatoria es igual a la suma de la probabilidad de cada posible suceso aleatorio multiplicado por el valor obtenido si dicho suceso sucede. 

Superior al que podríamos generar de forma aleatoria: La idea es siempre tener un rendimiento de referencia.  Por ejemplo, si adoptando y ejecutando la estrategia X nuestro valor esperado no es superior (y estadísticamente significativo) al que podríamos conseguir aleatoriamente (o al de una estrategia alternativa como el “buy and hold”), Entonces, ¿Para que el desgaste y el pago de comisiones?

Es importante resaltar que debido al carácter aleatorio del mercado, la manera óptima para escoger si adoptamos una estrategia X sobre otra Y, es comparando su valor esperado. Por lo cual, es de vital importancia que podamos medir este valor antes de acoger determinada estrategia. 

Por ejemplo, supongamos que por algún motivo debes invertir U$ 10,000 la próxima semana en el SPY, y tienes a tu disposición 2 estrategias (Compra y Venta-Corta). Según el análisis realizado la probabilidad de que el mercado suba un 1%  es del 80%; por otro lado, si el mercado llegara a caer (con el restante 20% de probabilidad), podría caer un estimado de 5%.

¿Cuál sería tu decisión óptima al momento de invertir? ¿Deberías comprar o vender-corto?

Veamos:                                                                                                                                                                          
Valor Esperado (Compra) = 80% * 1% * 10,000 = 80.00
Valor Esperado (Venta Corta) = 20% * 5% * 10,000 = 100.00

Deberíamos vender corto, pues es la estrategia que nos genera un valor esperado mayor.

Pero si el concepto parece tan sencillo, ¿Por qué (inclusive) profesionales experimentados en los mercados fallan en entenderlo? Siguiendo la explicación del trader y autor Nassim Taleb en su libro “Fooled by Randomness”, él atribuye esta desconexión a nuestra formación escolar en ambientes simétricos (el ejemplo común en nuestras clases de estadística es el del lanzamiento de una moneda o inclusive la famosa “Bell Curve”, pero rara vez se da énfasis a distribuciones asimétricas).

Teniendo ya claro el concepto de ventaja competitiva y valor esperado, podremos seguir nuestro camino al descubrimiento de nuestro “edge”. Por ahora aspiro que la próxima vez que el lector visite un casino y piense en jugar la ruleta americana gaste mejor su dinero en un coctel de su preferencia, o por lo menos tenga claro quién tiene la ventaja competitiva en tal escenario.

Camilo Gómez 

Monday, May 22, 2017

El Mercado: Operando en un Mundo Aleatorio

“En realidad, para todo lo que se hace hay un cuándo y un cómo, aunque el hombre tiene en su contra un gran problema: que no sabe lo que está por suceder, ni hay quien se lo pueda decir”.

Eclesiastés 8: 6-7, NVI

Aprovechando la oportunidad de contribuir por primera vez en este importante medio, me parece apropiado tratar, lo que según mi experiencia, es la idea principal que debe estar siempre resonando en el trasfondo de todo operador activo (“trader”) del mercado. Y enfatizo, según mi experiencia, pues creo que el camino a recorrer para triunfar en la interacción con los mercados es un camino individual y muy personal; el “trading” exitoso es una habilidad que se desarrolla mediante la práctica deliberada de su actividad, tal como lo es el tocar un instrumento, o practicar un deporte a un alto nivel, por lo cual cada camino será diferente y tendrá componentes muy personales. Sin embargo, para mí el momento clave de mi desarrollo fue cuando finalmente entendí que el Mercado es, en resumidas cuentas, un Mundo Aleatorio, y entendí las implicaciones que esto conlleva en mi práctica diaria.

¿Qué es aleatoriedad?

Para empezar no es fácil acoger una definición única de lo que significa ser aleatorio, pero podría definirse como: “Que depende del azar o no sigue una pauta definida”. (Para el lector curioso en temas epistemológicos, lo invito a leer una breve reseña del significado de aleatoriedad y su implicación a temas educativos: Ver Link). El no seguir una pauta definida implica la imposibilidad de su predicción. Volviendo a nuestro tema de interés: decir que el mercado es aleatorio conllevaría entonces a concluir que es imposible predecir lo que sucede, y por ende tener rendimientos en exceso por periodos de tiempo considerables. En realidad, la anterior es una simplificación irresponsable de las teorías de Caminata Aleatoria (“Random Walk Theory”), e Hipótesis de Mercado Eficiente (“Efficient Market Hypothesis), pero que es suficiente para el punto al que quiero llegar. 

¿Quién era capaz de prever que durante esta semana escándalos políticos en Estados Unidos y Brasil sucederían? Y más importante aún, ¿Anticipar el impacto que tendrían en el mercado?



¿Pero si esto es así, y no se puede ganarle al mercado en periodos considerables, como se explica entonces la industria de servicios financieros en general?

La verdad, a pesar de extensas investigaciones al respecto, al día de hoy, no existe consenso en el mundo académico ni en la industria para aceptar del todo la teoría EMH, y de hecho nuevas versiones que incorporan un comportamiento más evolucionario de los mercados, y un análisis basado en agentes de mercado  (“Agent-Based Models”) podrían acercarnos más a su entendimiento. (Ver Link). Lo que sí es un hecho es que la industria financiera global, según varios estudios hechos por el Fondo Monetario Internacional, El Banco Mundial y McKinsey Global Institute puede representar entre un 12%-20% del PIB mundial, una cantidad nada despreciable. En mi experiencia he visto de primera mano el operar exitoso de “Hedge Funds” y “Proprietary Trading Firms” que año tras año logran vencer el mercado, he conocido y dialogado con operadores exitosos en diferentes mercados e instrumentos, con diferentes estrategias y enfoques, y para mí solo existe una conclusión valida de lo que significa operar en un mundo aleatorio:

Es imposible predecir el mercado, por lo cual el resultado individual (positivo o negativo) de cada operación es irrelevante a nuestro desempeño, y por tanto nuestro verdadero trabajo es el de buscar rendimientos superiores mediante la explotación de pequeñas ventajas competitivas con un manejo disciplinado de riesgo y un constante estudio y retroalimentación de tanto nuestras operaciones como la del comportamiento intrínseco del mercado.

Ahora bien, esta es mi conclusión y mi camino, pero me encantaría escuchar de personas que también están en este proceso de “Trading” e Inversiones. ¿Estás de acuerdo con la aleatoriedad del mercado? ¿Crees poder vencerlo por periodos de tiempo considerables? Tus comentarios son bienvenidos.

Por: Camilo Andrés Gómez.  

La anterior entrada es originalmente publicada como Blog Invitado para el portal Dataifx

Tuesday, May 2, 2017

Ocio Pasivo en el Mercado

“Before anything else, preparation is the key to success.” Alexander Graham Bell

Para quienes operamos en el mercado de acciones “Earning Season” es tal vez la temporada más importante de nuestro trabajo; ocurre 4 veces por año y dependiendo del mercado en que transemos puede llegar a tener una duración de casi 6 a 7 semanas, como ocurre en el mercado americano. Estos periodos, para ponerlo en términos deportivos son nuestras finales, nuestra pos-temporada. En ellos, nuestro nivel de concentración, análisis, organización y ejecución deben estar al máximo. Nuestra condición física debe estar también en un estado óptimo, tenemos que comer saludable, balanceado y descansar el tiempo prudente. En este periodo el número de horas que un operador profesional dedica a su trabajo puede incrementar drásticamente (+30-40%), pues en un solo día podemos ver 20 o más compañías importantes reportando resultados trimestrales. Por ejemplo el siguiente recuadro proporcionado por Earning Whispers muestra los reportes más anticipados de la actual semana. 


¿Por qué es tan importante?

En este tiempo se dan todas las condiciones para que los diferentes participantes del mercado estén presentes en las subastas desplegando sus respectivas estrategias. 

Por ejemplo, para el operador activo o trader intradía, la volatilidad en el comportamiento del precio de las compañías reportando resultados sube contundentemente, lo que es ideal para su estilo especulador de operaciones rápidas. Para el operador de mediano plazo, un buen reporte o mal reporte puede generar una nueva ola o “swing” en el precio de la compañía, lo que es perfecto para su estilo de operación de mediano plazo. Para el operador e inversionista de largo plazo, los fundamentales de la compañía varían en este periodo; una compañía puede pasar de una tendencia decreciente en sus ventas a sorprender al mercado y reportar una fuerte alza en las mismas gracias a la introducción de un nuevo producto, campaña o estrategia de mercadeo; mejor aún puede dar una sorpresa y actualizar de forma positiva las provisiones en algún indicador importante para el próximo cuarto e inclusive próximo año.

Inclusive operadores mas sofisticados, como operadores de opciones u operadores de estrategias automáticas basdas en modelos cuantitativos, el tiempo de reporte de resultados ("Earning Season") es excelente para desplegar sus estrategias. Para los primeros, estrategias como "Long Straddles", "Iron Condors", entre otras, son ideales para este periodo. Para los segundos, muchos modelos exitosos están basados en conceptos como el PEAD ("Post-Earning Announcement Effect), el cual es una anomalía de mercado inicialmente descubierta por Ball y Brown en 1968. (Más información aquí ). 

Pero todo esto no es para alardear de lo que trabajamos los operadores del mercado, ni mucho menos, pero si para cuestionar un comportamiento que afecta a muchos inversionistas promedio. Teniendo en cuenta que el mercado es un Juego de Suma Cero (“Zero Sum Game”), es decir, el dinero que yo pierdo es ganado por otro participante y viceversa, entonces ¿No es de considerar irracional el tratar de competir en el mercado, sin dedicar el tiempo necesario para el análisis y evaluación de nuestras estrategias con jugadores informados que si saben lo que están haciendo? ¿Cómo justificar una nueva compra en nuestro portafolio, porque determinado canal de noticias, o periódico financiero está haciendo eco del reporte de resultados de determinada compañía? O inclusive, ¿Cómo mantener acciones durante estos periodos sin ni siquiera estar informados de su ocurrencia? 


El autor Mihaly Csikszentmihalyi en su libro “Finding Flow: The psychology of Engagement with Everyday Life” (Link) nos expone lo que puede llegar a ser una explicación de este nefasto comportamiento por parte del inversionista promedio; el autor indica que para ocupar nuestros tiempos libres, el ser humano acude a dos tipos de ocio: Ocio pasivo y Ocio Activo. El Ocio pasivo son actividades en donde no ejercemos energía física o mental significativa, como ver televisión, leer un libro poco desafiante, tomar alcohol, o apostar en el casino. Por otro lado el Ocio Activo, implica el ejercicio de energía física o mental, como el practicar ejercicio, desarrollar un hobby, leer libros desafiantes, o entablar conversaciones importantes.  Lo curioso es que es comprobado que las actividades de ocio activo son más gratificantes y ofrecen una retroalimentación positiva a nuestra vida, sin embargo, son a las que menos dedicamos tiempo. ¿Cómo puede explicarse esto? Una explicación recurrente en estudios hechos al respecto revela que para empezar este tipo de actividades de descanso activo se necesita una etapa de preparación en donde el ejercicio de energía es considerablemente alto, por ejemplo, antes de hacer ejercicio debemos cambiarnos de ropa, acomodar nuestro horario, levantarnos si es el caso, desplazarnos al lugar, etc; es esta fase de preparación la que el inversionista promedio no logra incorporar en su actividad, convirtiendo así su  interacción con el mercado en una actividad de ocio pasivo, en una apuesta totalmente aleatoria, tal como ir al casino. 

Por esto es mi invitación al lector de este post, que la próxima vez que realice una transacción en el mercado sea en forma de ocio activo, y que sin tener que ser un operador profesional imite tal comportamiento, y decida prepararse para incrementar la probabilidad de exito en su interacción. 

Camilo A. Gómez